Las instalaciones para lavado de vehículos, en cualquiera de sus variantes, tienen unas necesidades de mantenimiento tanto en lo que se refiere a la limpieza periódica de la propia instalación como al agua de lavado recirculada.

La cal del agua, la suciedad ambiental y la generada en los procesos de limpieza, hace necesario implantar estos planes de mantenimiento que incluyen la limpieza de la propia instalación y sus componentes.

La necesidad de recircular el agua de lavado en diferentes etapas y la utilización de compuestos biodegradables que al descomponerse en el agua producen mal olor hacen necesario el control de este tipo de problemas.

DTL dispone de una gama de productos destinados a combatir la suciedad, los malos olores y la acumulación de cal sobre las superficies.